Trabajamos para ganar dinero y gracias a eso poder vivir. Es así de simple, y por muy vocacional que sea nuestra profesión, las facturas deben pagarse a final de mes.
Aunque la teoría es sencilla, siempre hay gente dispuesta a aprovecharse de la confianza y del trabajo ajeno. Gente que además se ofende con demasiada facilidad cuando pretendes cobrar algo por tu trabajo.
Tal y como le ha ocurrido a BraveYoung, una joven ilustradora que ha tenido que sufrir el azote y el desprecio de una antigua vecina cuando esta le ha explicado que cobra por diseñar logotipos para empresas.
La conversación es algo surrealista pero pone de manifiesto la realidad que muchos jóvenes emprendedores deben enfrentar en su trabajo. No te lo pierdas.
¡Bravo por ella!, por su paciencia y saber defender el valor de su trabajo. Le deseamos mucha suerte y esperamos que no tenga que sufrir más a este tipo de «clientes».
Fuente: Twitter