Más de 150 millones de personas en todo el mundo sufren de insomnio; una enfermedad que reduce la calidad de vida, trastoca el estado ánimo y, en los casos más graves, puede provocar depresión y ansiedad. Si eres una de esas personas que lucha contra esta terrible «epidemia», esto es lo que puedes hacer para mejorar tu sueño.
Cada día es una aventura y no todas las noches dormimos igual. Llevar un diario nos ayudará a establecer relaciones entre la rutina y cómo esta influye en la calidad del sueño.
No olvides apuntar: el nº de horas de sueño, el tipo de comidas y el tiempo de digestión antes de ir a dormir, sí realizaste o no ejercicio físico, bebidas excitantes tomadas y cualquier otro dato que consideres relevante.
La luz azul emitida por los dispositivos electrónicos interfiere en la producción de la hormona del sueño dificultando el descanso. Los expertos recomiendan prescindir del uso de estos aparatos 90 minutos antes de ir a dormir. Un gesto sencillo que realmente funciona.
Si necesitas refugiarte en alguna actividad antes de dormir, prueba a leer un libro en papel o realiza un crucigrama.
El ejercicio es bueno para todo. No solo tonifica tu cuerpo, alivia el dolor articular, refuerza la musculatura y libera endorfinas, sino que además disminuye los niveles de ansiedad y mejora el sueño.
¿Día largo y estresante? Prueba a darte una ducha calentita y a despejar la mente. Relájate, ponte cremita, un pijama limpio y a la cama.
Una ducha o baño caliente favorece el sueño, ¿por qué crees que a los bebés se les baña antes de ir a dormir por la noche? No es casualidad.
Este punto no se refiere solo a la limpieza del pijama y la ropa de cama, sino a la temperatura de la habitación. Y es que se ha demostrado que una habitación fresquita favorece el sueño, por eso nos cuesta más levantar durante el invierno.
Si tienes problemas para dormir, no pongas muy fuerte la calefacción ni utilices edredones extra cálidos. Según los expertos, la temperatura ideal son los 15-19 grados centígrados.
La cafeína afecta al sueño y por ello es mejor evitar las bebidas como el té o el café a partir de las 17:oo. Mejor elegir infusiones relajantes que favorezcan el sueño tales como la manzanilla, la melisa o la pasiflora.
El dormitorio es para dormir y a él debemos acudir solo cuando nos dispongamos a ello. Ver la televisión en la cama, trabajar en el ordenador portátil, responder emails en la tablet o cualquier otra actividad incidirá en nuestra calidad del sueño.
El cerebro es un «animal de costumbres». Si aprende que en la cama se debe dormir, cada vez conciliará el sueño antes y mejor. Pero si lo acostumbramos a estar alerta en el dormitorio… comenzarán los problemas de insomnio.