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25 hilarantes instantáneas que demuestran que los animales también tienen cosquillas

¿Os habéis preguntado alguna vez si los animales tendrán cosquillas?. Está claro que los perros se ponen muchas veces boca arriba para que les hagamos caricias, acto que implica sumisión y confianza en la persona. No obstante, los gatos generalmente muestran su vientre como acto defensivo.

Volviendo a la pregunta que os formulaba en primera instancia, sí, está demostrado que muchas especies de mamíferos sí que tienen auténticas cosquillas cuando les acarician el vientre. Estas “risas” han podido ser observadas en muchos animales, como ratas, perros, chimpancés o aves, ante estímulos como cosquillas o juegos.

Washoe fue una hembra de chimpancé a la que se le enseñó el lenguaje de los signos. Una de las primeras frases que aprendió fue «Roger -nombre del cuidador- cosquillas a Washoe». Además, no solo compartimos esta sensación con los primates y algunas aves, sino que la Universidad Bowling Green determinó que las ratas de laboratorio chillan de placer cuando se les hacen cosquillas, gesto que utilizan para establecer vínculos sociales con sus semejantes.

Al fin y al cabo, cuando sentimos las cosquillas nuestro organismo libera dopamina, un neurotransmisor que está relacionado con el placer, así que ¿por qué el resto de animales no iba a sentirlo?:

1. «¡Por favor, para ahora mismo que me va a dar un ataque!»

2. A los cerditos también les genera placer que les rasquen la barriga

3. De hecho, este cordero ya ha adoptado la postura

4. Siempre que tengan confianza en ti, los mamíferos se dejarán acariciar el vientre porque les encanta, como a este bebé de zorro

5. Incluso parece ser la debilidad de los gatos más grandes como los de esta reserva

6. O de los osos más fieros

7. «Oh sí, por ahí sabes que es donde más me gusta»

8. Los tiburones también parecen estar dispuestos a recibir su ración de cosquillas

9. Los zorros, al igual que los perros, también se ponen panza arriba para que les hagas cosas»

10. Mientras me sigas haciendo costillas prometo no erizar mis púas»

11. Los gatos aprovechan las caricias en la barriga para «atacarte» las manos

12. Mirad la cara de satisfacción que pone esta rata, ¿no es adorable?

13. Siempre hay perros más expresivos que otros y este parece estar disfrutando de lo lindo

14. Este wombat adora que le rasquen y le hagan cosquillas en el vientre. No hay más que ver la cara de satisfacción

15. «Podéis estar así todo el día, de todos modos no pensaba moverme»

16. ¿Cómo no iban a gustarle las cosquillas a las nutrias, uno de los animales más juguetones por excelencia?

17. «¡Estoy sufriendo pero a la vez no quiero que pares!»

18. A otros gatos, sin embargo, son tan pachones que parece no importarles que les hagas cosquillas

19. Sus ojos, completamente desorbitados, son un reflejo del placer que le propicia que le rasquen el vientre

20. Aunque lo mismo podríamos decir de este pequeño carlino

21. A estos dos peluches les encanta que les hagan cosquillas a la vez

22. «¿Ves cómo me río?. Pues ni se te ocurra parar humano»

23. Este adorable cachorro de león ya sabe lo que es la dopamina, y le encanta

24. Estos pequeñines se vuelven locos cuando les rascamos el vientre, tanto que no dejan de juguetear

25. «¡Esperemos que os haya gustado!. Ahora si no os importa voy a seguir con lo mío… ahí ahí, ráscame un poco más arriba… perfecto»

Fuente: boredpanda

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