Los masajes son una de las herramientas curativas más antiguas que existen.
Hay más de 80 tipos de masajes que aportan diferentes beneficios a nivel físico y emocional. Los efectos terapéuticos ayudan en diversas dolencias y enfermedades, así como a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Los masajes se pueden aplicar con las manos, pies, codos, antebrazos, o con otras herramientas.
Los beneficios de los masajes son muchos: mejoran la elasticidad de la piel, relajan los músculos, alivian el dolor, promueve una mejor circulación, regula la producción de hormonas, etc.
Por medio de los masajes, la piel gana elasticidad, firmeza y flexibilidad.
El masaje reduce la tensión y la fatiga muscular que causan el estrés, el cansancio o un ejercicio excesivo. Gracias a la disminución de la tensión se descontracturan los músculos y se reducen los dolores de cabeza (cefalea tensional).
Al aumentar la circulación sanguínea, se reduce el ritmo cardíaco y disminuye la presión sanguínea. También se promueve la eliminación de toxinas. Y al mejorar la circulación linfática se reducen las inflamaciones y se fortalece el sistema inmunológico.
Estimula los músculos de los intestinos y acelera el proceso digestivo.
La presión táctil aumenta la actividad del sistema nervioso parasimpático (el que controla las respuestas cuando el cuerpo está relajado) y reduce la producción de cortisol (la hormona que produce estrés) y alivia el dolor. Gracias a esto se puede controlar la ansiedad y reducir el insomnio y la depresión.
El automasaje es el masaje que se hace uno a sí mismo. Conociendo lo beneficiosos que pueden ser los masajes, es razonable pensar que es conveniente practicarlos con frecuencia.
Según FisioOnline, darse un masaje es además bueno porque te dedicas tiempo a ti mismo. Cuando recibimos tantos estímulos del exterior es útil centrarse en uno mismo porque nos ayuda a descubrir cosas de nosotros mismos.
Otra ventaja es la de hacernos responsables de nuestra salud. Cuando uno tiene un problema primero debe intentar solucionarlo por sí mismo. Lo importante es que cada uno intente primero solucionar sus propios problemas y buscar sus propios recursos.
Una persona que ha aprendido a cuidarse, lo primero que hará cuando le duele la espalda será intentar solucionarlo el solo, y lo segundo, será llamar al fisioterapeuta. Lo que no es sano es cuando uno fracasa en el intento de arreglárselas, no acudir a buscar ayuda.
Un médico explica cómo aliviar el dolor de espalda con el método japonés.
Un ejemplo para hacer auto-masaje es para aliviar algún dolor. El dolor nos informa de que algo no va bien en nuestro organismo. Cuando intentamos reducir ese dolor con masajes estamos contribuyendo a mejorar aquello que estaba fallando.
Es importante que al aplicar el masaje se haga con la intensidad y duración adecuadas a la cantidad de dolor que se está experimentando. Si se hace un masaje con una intensidad excesiva es probable que el músculo se bloquee y haga más daño. También, atendiendo a la respiración se puede reducir el dolor porque se cambia la actitud hacia él.
Algunas partes de nuestros pies están conectadas con diferentes órganos del cuerpo. Por lo tanto, haciendo un masaje en los pies tendrá efectos positivos en todo el cuerpo. Por ejemplo, reduce el efecto del edema durante el embarazo y ayuda con el síndrome de piernas inquietas. Además, mejora la conciliación del sueño, la circulación, la salud de la piel y mantiene la función apropiada de los órganos.
6 técnicas de auto-masaje en los pies: