Nuestra piel necesita de cuidados específicos en cada momento del año. Protegerla de las agresiones externas es importante para lucir un aspecto sano y cuidado.
En invierno, los agentes como el frío, el viento o la menor exposición solar, hacen que las rutinas de cuidado de la piel cambien para afrontar estas amenazas.
Te contamos cómo preparar tu piel de cara al invierno para mantenerla cuidada y bonita.
El cuidado diario de la piel tiene cuatro pasos imprescindibles. Dedica unos minutos a tu autocuidado con esta rutina facial con la que lucirás una piel sana y rejuvenecida.
La limpieza de la piel es fundamental para aplicar los tratamientos con éxito. La contaminación, los humos, el polvo y el sudor se acumulan en los poros de la piel. Una limpieza deficiente provoca problemas dermatológicos e incentiva que aparezcan granitos y otras imperfecciones. Además, la piel luce sin brillo, apagada y con mal color.
Elige productos de limpieza adecuados a tu tipo de piel. Usa los más suaves y con una textura de tu agrado. Por ejemplo: si no te gustan las texturas ricas y cremosas de las leches limpiadoras, opta por un agua micelar, mucho más ligera, aunque también te recomendamos limpiar en profundidad con un jabón adecuado a tu tipo de piel como otro paso de limpieza complementaria.
Elimina las toxinas de tu piel con una limpieza al levantarte y por la noche, para eliminar el maquillaje y la suciedad acumulada durante el día.
Una vez por semana o cada quince días (según tu tipo de piel), es recomendable realizar una limpieza en profundidad mediante la exfoliación.
La exfoliación sirve para limpiar las capas más profundas de la piel y eliminar las células muertas que restan vivacidad a tu rostro. Para realizar la exfoliación facial correctamente, primero debes limpiar tu piel de la forma habitual.
Con los poros ya abiertos y el rostro húmedo, aplica el producto exfoliante con la yema de los dedos. Hazlo dando un masaje suave y con movimientos circulares por todo el rostro. Evita la zona del contorno de los ojos. La piel de esta zona es muy fina y delicada y puedes dañarla con un exfoliante.
No te olvides de exfoliar el cuello y el escote. Aplica en estas zonas los mismos tratamientos que en la cara.
Aunque existen exfoliantes específicos para labios, esta piel es demasiado fina y no se recomienda exfoliarla porque pueden dañarse las capas más profundas de su estructura. La mejor estrategia para tener los labios sanos y sin grietas o pieles, es mantenerlos siempre hidratados.
En invierno, la hidratación aporta una protección extra contra la sequedad de la piel. Hasta las pieles más jóvenes se benefician de la hidratación diaria. Con la hidratación se reduce la acumulación de líquidos en la piel, lo que se traduce en un aspecto más firme. Además, las cremas hidratantes crean una barrera de protección frente al frío, el aire y la sequedad que provocan los sistemas de calefacción.
Aplica tu crema hidratante o sérum por las mañanas, tras la limpieza y/o la exfoliación facial. Aprovecha para darte un masaje drenante en la cara y reducir así las líneas de expresión y las bolsas bajo los ojos. Tendrás un aspecto más descansado y saludable.
Para cuidar tus labios, sella la hidratación con un bálsamo; mejor si es libre de perfumes y alcoholes.
Recuerda que para hidratar correctamente la piel no basta con aplicar cremas. Es imprescindible beber agua suficiente para que la hidratación también sea interna.
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Para regenerar tu piel durante el invierno, es necesario seguir la rutina que hemos expuesto anteriormente paso a paso. Una buena limpieza e hidratación de la piel de tu rostro es esencial para su cuidado diario, pero, además, puedes aumentar la eficacia de tu rutina si sigues estos consejos.
Los rayos UVA y UVB no desaparecen en invierno. Es cierto que los niveles de radiación solar disminuyen. Pero esto no quiere decir que haya que dejar la piel desprotegida. Utiliza protector solar para evitar enfermedades y el envejecimiento prematuro de la piel.
Si no te apetece aplicarte multitud de productos en tu rutina facial, existen muchas opciones que simplificarán tu día a día. Desde hidratantes con protección solar a maquillajes, BB creams o CC creams con FPS incorporado.
El frío y el uso de calzado cerrado hacen que manos y pies necesiten de unos cuidados específicos en invierno.
La exfoliación y la posterior hidratación devolverán la suavidad y bienestar a tus pies y manos. Utiliza guantes para protegerte del frío y evitar que tus manos se resequen. La manicura y pedicura no solo sirven para mantener bonitas tus uñas, son parte importante de la salud de manos y pies.
Si quieres combinar ambos tratamientos, usa el retinol (o vitamina A) por la noche y los AHA de día. No uses retinol de día, es fotosensible y puede dañar tu piel. La mezcla de los dos principios activos puede irritar todo tipo de pieles.
Los AHA y BHA no deben usarse junto a la vitamina C o se perderá la efectividad del tratamiento.
La mezcla de estos dos principios puede provocar enrojecimiento de la piel. Si quieres combinarlos, utiliza vitamina C por el día y niacinamida de noche para optimizar sus propiedades.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y no podemos olvidarnos de mimarla. Cuidar la piel de cara al invierno es fundamental para protegerla de las agresiones externas y disfrutar de un aspecto sano y resplandeciente.
Este artículo fue modificado el 22 octubre, 2022 4:43 pm