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Encontraron una ardilla bebé gravemente herida, lo que hicieron por ella la cambió para siempre

Las ardillas son unos simpáticos roedores difíciles de domesticar. Son inquietas, rápidas y desconfiadas por lo que apenas abres la jaula, salen corriendo en busca de su libertad.

Sin embargo, esta semana hemos conocido la conmovedora historia de Arttu, una ardilla bebé que fue adoptada por una familia finlandesa. La pequeña ardilla fue encontrada gravemente herida en la carretera, al ver que continuaba con vida, la familia la trasladó a su domicilio donde cuidaron de ella hasta que sus heridas sanaron.

Aunque trataron de liberarla, la ardilla había quedado ciega de un ojo, por lo que al igual que el búho ciego de ojos estrellados, Arttu era incapaz de valerse por si misma en estado salvaje.

Conoce todos los detalles de Arttu, la pequeña ardilla doméstica y su familia de acogida.

Cuando la encontraron era sólo un cría, estaba fría e inconsciente, entonces la llevaron a casa donde entró en calor y se fue recuperando.

Cuando por fin pudo moverse por si misma, la familia trató de liberarla. Pero apenas la soltaron se cayó de un árbol y se golpeó con una roca.

La pequeña ardilla sobrevivió a la caída y la familia comprendió que su ojo izquierdo había quedado ciego. Sin visión periférica, no podría moverse de forma segura en la naturaleza.

Entonces decidieron adoptarla oficialmente, bautizándola como Arttu, Arthur o Arturo en finlandés.

Aunque al principio Arttu era un poco salvaje, en seguida comenzó a confiar en sus salvadores.

Volviéndose cariñosa, curiosa y juguetona.

Le gustaba trepar por los muebles y jugar a pelear con los dedos de las manos, igual que hacen los gatos.

Y aunque mordía mientras jugaba, nunca lo hacía fuerte.

También le gustaba echarse la siesta dentro de un bolsillo o en la cama.

Aunque vivía tranquila y domesticada, se volvía cautelosa delante de desconocidos.

Siempre disfrutó de una cantidad ilimitada de nueces, frutas, bayas y setas.

Incluso si la dejaban ir, después de curiosear en los árboles, bajaba y regresaba al regazo de su familia.

Sus garras no paraban de crecer, así que le hacían la manicura de vez en cuando mientras él permanecía tranquilo.

Aquí podeis observar como su ojo bueno refleja con normalidad la luz del flash.

Sin embargo su ojo izquierdo, era gris y opaco.

Desde 2007, Arttu vivío feliz con su familia humana, hasta que murió de viejo en el año 2013. Lo encontraron acurrucado en su cama plácidamente, como si estuviera durmiendo.

Fue enterrado en un bosque cercano para que disfrutara por fin de la libertad que su ceguera le había arrebatado. La familia compartió la antigua comida de Arttu con las ardillas de la zona.

Fuente: BoredPanda

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