Los selfies llevan entre nosotros desde que se inventó la cámara fotográfica. Lo que pasa es que antes no tenía más significado que el de hacerte una autofoto. Con la llegada de los smartphones se acuñó un nuevo nombre para este tipo de imágenes, que es el actual selfie.
Se desato una locura por el selfie y se empezaron a crear nuevas tendencias entorno a él, que si selfies sin maquillaje, selfies recién levantados e incluso selfies después de haber mantenido relaciones sexuales, son solo una muestra de hasta dónde llega esta «tendencia» fotográfica.
Allan Dixon ha querido dar un paso más allá en el mundo del selfie, y se ha propuesto hacerse una foto con todo bicho viviente que se deje. No es tarea fácil, ya que los animales son imprevisibles y no suelen posar para nadie.
Él mismo se autodenomina «susurrador de animales» y dice que su secreto es ir poco a poco, ganarse la confianza de los animales y ser muy paciente.
«La mayoría de las veces tenemos más miedo de los animales que ellos a nosotros» dice Dixon. También da consejos a quien quiera iniciarse en esto de los selfies con animales: «lo mejor es entrar con la cámara en la mano, que lo vean como parte de ti, quitar el flash y cualquier sonido que pueda hacer y prepararte para darle muchas veces al botón».
Fuente: Mymodernmet, Instagram