Los ecoductos o también llamados «Puentes Verdes», son estructuras que permiten a los animales cruzar con seguridad los obstáculos creados por el «progreso del hombre», como las autopistas o las lineas de ferrocarril.
Los puentes verdes permiten la reconexión de diferentes habitats sin poner en riesgo la integridad de los vehículos y por supuesto la vida de los animales. Están sembrados con vegetación propia de la zona, miden entre 25 y 30 metros y tienen forma de embudo para guiar al animal.
En España, debido a su alto coste económico solo se construyen en aquellos lugares donde existe una división del hábitat de las distintas especies de ungulados (ciervo, jabalí, corzo, venado, etc.) y otros grandes mamíferos como osos, tejones y zorros.
Los primeros ecoductos se construyeron en Francia durante la década de 1950. Otros países europeos, entre ellos los Países Bajos, Suiza, y Alemania los han estado utilizando para reducir el impacto entre la vida silvestre y las carreteras dando lugar a una gran diversidad de puentes diseñados para anfibios, roedores , ungulados, invertebrados y otros pequeños mamíferos.
Aunque son originarios de Europa, se están volviendo un elemento común de las carreteras de Canadá y Estados Unidos, donde se estima que las colisiones entre vehículos y animales cuestan la asombrosa cantidad de 8 mil millones de dólares al año.
Fuente: Twisted Sifter
Este artículo fue modificado el 7 mayo, 2019 4:46 pm