Existen personas que han dedicado su vida a la lucha por los derechos animales, a protegerlos y aliviar su sufrimiento.
Algunas llevan su pasión hasta el extremo de consagrarse a su causa; como nuestra protagonista hoy, quien dedica todo su tiempo y dinero a esta noble acción. Sin embargo, puede que la joven fundadora del refugio Golden Heart Animals esté realizando un sacrificio ímprobo en vano.
A pesar de su impresionante trabajo, la ciudad de Rangún posee una de las mayores poblaciones de perros abandonados del mundo, más de 10.000 ejemplares, lo que está acabando con su salud física y mental.
Conoce la conmovedora historia de la mujer que lo ha sacrificado todo por salvar a los perros callejeros de Birmania.
Rangún, Birmania, posee una de las mayores poblaciones de perros callejeros del mundo. Más de 10.000 ejemplares viven en las calles de la ciudad, en la que continúan reproduciéndose sin control.
La única medida política ideada para atajar este problema ha sido la de envenenar a los animales que viven en la calle.
Conmovida ante esta atrocidad, una joven decidió crear una asociación dedicada al rescate y reubicación de perros abandonados.
Hoy esta noble causa absorbe el 100% de su tiempo, rescatando hasta 200 perros callejeros al mes.
A pesar de haber formado un basto grupo de voluntarios, su labor nunca concluye.
Trabajando 24 horas al día, los 7 días de la semana.
«No puedo evitarlo, cuando recibo una llamada tengo que acudir. Tengo que hacer algo».
«La mayoría de las personas están disgustadas por los perros callejeros, yo no. Incluso si me muerden o me dan alergias, ellos no son culpables de esa situación».
«Muchas personas creen que lo que hago es inútil y que los animales serán sacrificados igualmente. Pero yo siento que es mi deber».
«Mi sueño es salvarlos a todos».
«Su estado es lamentable y necesitan ayuda».
«He hecho muchos sacrificios personales para luchar por ellos».
«Mi cuerpo me duele. Mi belleza y mi reputación se han ido, y mi dinero también».
«¿Quién querría tener una esposa como yo?»
«Mi negocio familiar se resiente porque la tienda está siempre llena de perros y los clientes están dejando de venir. Aún así mis padres creen en mi y me apoyan».
«Las personas opinan que me importan más los animales que los seres humanos».
Sin embargo, no es verdad «Hace unos días, durante un servicio de rescate, encontré a un bebé abandonado en la calle. Decidí adoptarlo también».
«Ahora somos una familia».
Las fotografías que acompañan el artículo fueron tomadas por el reportero de historias de vida Sai Htin Linn Htet, de 23 años, quien también trabaja como educador cívico en la ciudad de Myanmar, y conmovido por la historia de esta activista decidió documentarla.
Es innegable el buen corazón de nuestra protagonista, e imaginamos la angustia que debe de experimentar al ver que su trabajo es tan poco valorado por sus conciudadanos.
¿Qué opinas? Si te sientes conmovido por esta historia, tal vez quieras hacer algo por los animales abandonados de tu localidad, al menos así su trabajo servirá para aliviar el sufrimiento de los perros callejeros en todo el mundo.
Puedes encontrar más información sobre su trabajo en la página de Facebook Golden Heart Animals Rescue Yangon, pero debemos advertirte que las imágenes sobre el estado de los perros rescatados por la asociación son especialmente duras.
Fuente: 121clicks.com
