Con solo 29 años, Noah Kingery se había sumido en una profunda depresión que trataba de llenar a base de comida y alcohol; un círculo vicioso que lo llevó a engordar 96 kilos en un año.
«El desamor me condujo a la depresión y me aleje de todas mis pasiones. Estaba renunciado a la vida»
«Estaba en un lugar tan oscuro y profundo que no podía ver que la vida merecía la pena de ser vivida»
«Hoy hace 3 años que di mi último trago a una botella. Tres años que decidí dejar de escapar de mis problemas momentáneamente, para encontrarlos de nuevo hechos más grandes. Hoy hace tres años que mis relaciones familiares estaban destrozadas por culpa de mis decisiones egoístas […] Este viaje ha estado lejos de ser fácil, pero desde que di el paso y enfrenté la vida, no he perdido de vista mi objetivo».
«Si mi historia logra inspirar a alguien, entonces habré hecho mi trabajo. El viaje continua».
Nos alegramos de que haya logrado encauzar su vida y utilice su historia para ayudar a otras personas. Si tú también te sientes deprimido, piensas en el suicidio o has caído en las garras de las drogas y el alcohol, busca ayuda profesional y verás que se puede romper el círculo. Noah es la prueba.