Puede que lleves tiempo considerando la posibilidad de adoptar un perro, pero existen algunos aspectos que te preocupan: ¿tendrá suficiente espacio?, ¿resultará caro alimentarlo?, ¿qué haré cuando tenga que viajar? Es normal, eso demuestra que eres responsable y que te preocupa su bienestar.
Puede que la solución sea adoptar un perro pequeño, ¿no crees? Sin embargo hay ciertos riesgos que debes conocer antes de decidirte.
Si adoptas a un perro pequeño corres el riesgo de…
…que te robe el corazón.
Tendrás que soportar que sean tu amor verdadero y que permanezcan fieles a tu lado.
Como son chiquitos, nunca llenarán tu piso pequeño y les sobrará espacio. ¡Qué drama!
Encima no alcanzan a subir a muchos muebles.
Y necesitarán tu ayuda para subir al sofá…
y para colmo no podrán echarte de la cama cuando se acurruquen.
También comen mucho pero apenas gastan comida.
Y como son pequeños siempre encuentran lugares cómodos para ser lavados fácilmente.
Puedes arruinarte comprándoles ropa porque, se pongan lo que se pongan, lucen preciosos.
Y fuera de casa no podrás evitar llevarlos contigo.
Incluso en tus paseos en bici.
Además, son admitidos en muchas tiendas, negocios y grandes superficies. Y te pedirán que les compres juguetes.
Tendrás que contratar vacaciones familiares porque les gusta viajar y no requiere esfuerzo transportarlos.
Claro que tus familiares siempre estarán encantados de cuidarlos por unos días y preferirán que no te los lleves.
En el parque sabrán hacerse amigos de otros perros, sin importar su tamaño, y tendrás que conocer gente interesante.
A veces son tan independientes que casi dan miedo.
Para colmo y a pesar de su pequeño tamaño, son muy valientes.
Y tendrás que soportar que te defiendan de cualquier amenaza.
Porque, para ellos, tú serás siempre lo más importante.
Ahora que ya conoces los «horribles» riegos de los perros pequeños, no sé a qué esperas para adoptar uno 🙂
Artículo por Lavozdelmuro.net
