El azúcar procesado inunda nuestras vidas, lo queramos o no. La gran mayoría de alimentos procesados incorporan en su composición azúcares refinados. La razón es, sencillamente, porque da un mejor sabor al producto.
Desde los años 70 se lleva sustituyendo las grasas saturadas en los alimentos por cantidades ingentes de azúcar refinado. En un principio no se conocía -o más bien, no se quería conocer- los efectos tan perjudiciales que tiene este alimento para nuestra salud, por lo que había poca legislación al respecto.
Hoy en día se sabe que el consumo de azúcar refinado puede desembocar en diabetes, obesidad, depresión, colesterol, etc… En realidad no somos conscientes de la cantidad de azúcar que estamos consumiendo a diario. Por ese motivo la plataforma SinAzucar.org ha publicado una serie de fotografías que muestran, gráficamente, la cantidad de esta sustancia que llevan los alimentos cotidianos. Todos los días incorporan nuevas imágenes que comparten en su web, Facebook, Instagram o Twitter.
La bollería, golosinas o batidos de chocolate, no pillan a nadie por sorpresa. Pero otros, como pizzas, tomate o bebidas de tónica nos han dejado boquiabiertos con la cantidad de azúcar que tienen.
La única manera de enfrentarnos al consumo masivo de azúcar es intentar consumir alimentos frescos. Los preparados industriales nos pueden sacar de un apuro, pero no podemos convertirlos en un pilar fundamental de nuestra dieta diaria.