Actualmente, y en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad, se valora demasiado el físico y el aspecto exterior. Desgraciadamente esto hace que no nos molestemos en mirar más allá, perdiendo así cientos de oportunidades maravillosas de descubrir gente, animales y cosas increíbles.
La protagonista de esta historia sufrió una discriminación injusta solo porque su físico no se adecuaba al estándar que la mayoría entiende por «bonito». Esta pequeña felina malvivía entre cubos de basura en las calles de Estambul.
Nadie quería acercarse a ella debido, principalmente, a sus terribles deformidades físicas. Pero una niña de tan solo 7 años supo ver mucho más allá de su aspecto y quiso ayudarla.
Con la ayuda de su padre rescató a esta indefensa gatita y la llevó al veterinario. Allí descubrieron que estaba infestada de ácaros y fue sometida a cirugía reconstructiva para mejorar su aspecto y su calidad de vida. Esta es su historia y su merecido final feliz.
Fuente: Bored Panda, Shareably, artículo por La Voz del Muro