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El momento en que un «hombre» abandona a su perro en mitad de la carretera

Las mascotas son siempre un tema peliagudo. Muchísima gente querría disfrutar de la compañía o el amor que puede ofrecernos un perro, y no es difícil adoptar o comprar un pequeño compañero canino en un arrebato. Muchos incluso los reciben como regalo por su cumpleaños, o navidades.

Lo que resulta obvio antes de tener al animal es lo divertidos que son, o lo bonito que puede ser pasar los días junto a ellos, jugar o acariciarlos durante horas. Pero como cualquier otro ser vivo, tienen necesidades, requieren unos cuidados y consumen un tiempo que no todo el mundo sabe valorar antes de plantearse tener mascota. En verano esto se hace más patente aún, y si algo tienen estas fechas es una tasa altísima de abandonos animales.

El caso de Stephen Sage.

Stephen Sage es un joven americano que se encontró con esta escena mientras conducía por Bakersfield.

El hombre que vemos en el vídeo trata de alejar a su perro con empujones, mientras el risueño animal lo interpreta como un juego e intenta reclamar su atención alegremente, apoyando sus patas delanteras en el. El hombre no se inmuta, y se desplaza hasta el coche para entrar en el, dejando fuera al perro y abandonándolo sin ningún tipo de escrúpulo.

Stephen grabó el vehículo y la matrícula, atónito por la crueldad del suceso y lo descorazonador de la situación. En el vídeo podemos observar al animal tratando de perseguir el coche de su dueño, e incluso podemos apreciar como casi lo atropella otro vehículo que no lo ve venir.

Una vez el hombre se alejó de la escena, Stephen llamó a la protectora de animales y buscó alojamiento para el perro, que ahora se encuentra atendido y cuidado en un refugio local. La policía está buscando al responsable quien podría enfrentarse a cargos judiciales por este tipo de comportamientos.

Los perros son el mejor amigo del hombre, y es genial tener el privilegio de compartir nuestra vida con ellos. Pero su compañía tiene un coste, y deberíamos pensar si somos capaces de asumirlo antes de siquiera plantearnos tener a un animal a nuestro cargo.

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