Como cada año, la revista Veterinary Practice News ha revelado los ganadores y finalistas de su alocado concurso de Rayos X, que otorga a las mascotas que han ingerido las cosas más extrañas.
Este año la ganadora ha sido una preciosa bulldog de 6 meses, llamada Leia, quien acudió al veterinario aquejada de vómitos agudos.
Afortunadamente, todo salió bien y Leia crece sana y fuerte.
Lola, una tortuga de 7 kilogramos, acudió al veterinario afectada de inapetencia y letargo. Las radiografías revelaron que había ingerido un colgante con forma de tortuga de 1,5 centímetros de origen desconocido.
Se realizó una plastronotomía para eliminar el cuerpo extraño, y Lola se recuperó por completo.
Este cuidador proporcionada cucharas llenas de mantequilla de maní a su querido golden retriever, pero no se dio cuenta de que la cubertería desaparecía también.
Ben se comió una bolsa entera de velas de té, 38 en total. Tuvo que ser operado de urgencia para eliminar todos los restos.
Otis, un viejo bulldog inglés castrado de 8 años de edad, había estado perdiendo peso durante los últimos seis meses. La radiografía lateral reveló que, Otis había ingerido varios pequeños dinosaurios de metal que tuvieron que ser retirados quirúrgicamente, junto con otros desechos. Su dueño sospecha que eran parte de los juguetes que regaló a sus sobrinos por Navidad.
Gert, un cocodrilo americano, nadaba en la bañera y se recuperaba después de un largo día de en la escuela para estudiantes veterinarios de Texas. Al regresar por él, descubrieron que la bañera no contenía agua, ni tapón de drenaje. Una radiografía confirmó las sospechas.
El Dr. Baggs pudo quitar el tapón de drenaje y coser a Gert que, tras unos meses de recuperación, sanó por completo.
Una hembra Rottweiler de 9 meses de edad decidió «tomarse un tiempo de descanso». La alarma del reloj comenzó a sonar dentro del perro, alertando al propietario diabético de administrar su insulina y acudir al veterinario.
Toby se presentó en nuestra clínica aquejado de vómitos intermitentes durante los últimos tres o cuatro meses. Sus dueños dijeron que Toby siempre tenía hambre, pero que comía solo cantidades muy pequeñas de comida. El estómago se sentía duro como una roca al tacto y las radiografías mostraban que algo iba definitivamente mal. Durante la cirugía se extrajeron 205 gomas elásticas para el cabello y algunos pedazos de plástico no identificable.
Odín decidió ayudar a mamá haciendo desaparecer 7 tetinas y chupetes sucios.
A Bella le gusta el metal y eso siempre ha sido un problema. Sin embargo, nadie imaginaba que comería la hucha de su dueño.
Al parecer el hombre se encontraba contando el cambio cuando fue al baño, al regresar, Bella se había comido ya 10’32$ en 282 monedas.
El culpable de los vómitos era este pequeño juguete de goma del tamaño de un puño.