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Fotografían un rarísimo caso de elefante albino en una reserva africana

El albinismo es una rara condición genética que provoca la ausencia de producción total, o casi total, de melanina. Esto hace que los seres vivos albinos presenten un color blanco o rosado y que sus ojos sean también extremadamente claros.

Ningún ser vivo está libre de la posibilidad de nacer albino y se estima que 1 de cada 10.000 mamíferos que nacen tienen esta condición. Una proporción bastante baja y que cada vez va disminuyendo más.

En contrapartida al melanismo, que puede suponer una virtud genética, el albinismo es una desventaja en el mundo salvaje, ya que elimina el camuflaje natural que puede ayudar a los animales a esconderse de los depredadores o a cazar sin ser visto. Además los albinos suelen tener problemas de piel y de visión debido a la falta de protección solar que proporciona la melanina.

Hay tan pocos animales con esta rareza que la mayoría de los casos están analizados y documentados; aunque siempre puede aparecer alguno más, como es el caso de este pequeño elefante fotografiado por Nicki Cortez en la reserva Africa Wild Park.

Nicki Cortez, de 58 años, estaba haciendo un safari fotográfico en África cuando vio algo realmente espectacular. En una de sus excursiones se encontraron con una gran manada de elefantes. Nicki se dispuso a fotografiar a estos imponentes animales, cuando atisbó una pequeña bolita rosada que se movía junto a ellos.

Se trataba de un pequeño elefante rosado. Con la piel algo cubierta por barro, este paquidermo no se separaba de su madre en ningún momento.

Al verlo rodeado de su familia, es difícil imaginar la clase de peligros a los que se verá sometido durante su vida, especialmente durante su juventud. Por suerte, al encontrarse dentro del parque nacional tiene una protección adicional contra los cazadores furtivos, que considerarían su color de piel como algo valioso para comerciar con el animal.

Sin embargo , de lo que no pueden protegerlo ni la seguridad del parque, ni sus congéneres paquidermos es de los rayos solares. Con el paso del tiempo es probable que causen daños en su piel, carente de pigmento, y en sus ojos. Es posible que en unos años sufra ceguera.

A pesar de todos estos peligros potenciales, el bebé de elefante ahora mismo solo piensa en retozar y jugar junto a su madre, amigos y familiares.

«Tomé algunas fotografías del elefante rosa. Algunas de las fotografías en las que sale cerca de otros elefantes, muestra el contraste entre el color de los 2 animales», dijo el fotógrafo.

Cortez lleva visitando esta reserva natural varias décadas desde que era niño y en todos estos años nunca había visto a un elefante similar. Él mismo ha dicho que era un avistamiento único en la vida.

En la mayoría de las especies, los albinos suelen verse bastante diferentes al resto del grupo, llegando a parecer extraños y poco naturales. Como resultado, en algunas ocasiones son incluso repudiados por sus propios congéneres.

Por suerte, no es algo que se dé con demasiada asiduidad y, en el caso de este pequeñín, parece que toda la manada acepta su condición sin importarle lo más mínimo.

Esperamos que este rosado amiguito crezca en paz lo más sano y alegre posible. Ya sabéis que en algunas partes de África, ser albino supone un auténtico infierno, llegando incluso a ser perseguidos y masacrados.

Vía: Littlethings, fotografías de Nicki Coertze/Caters News artículo traducido y adaptado por La voz del muro

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