Aunque se nos llena la boca hablando de bondad, humanidad y fraternidad, lo cierto es que no todos los seres humanos hacen gala de estos principios ni con sus semejantes, y mucho menos con los animales.
Lo cierto es que la apariencia y la belleza es la única medida que algunos conocen y utilizan para interpretar el mundo que les rodea. Quien no entra en sus parámetros, es directamente descartado.
Así ocurrió con Toby, un perro bueno, atento, simpático, leal pero diferente, lo que casi le cuesta la vida.
Ahora Todd muestra orgulloso al mundo a Toby, de quien dice ser un perro manso, obediente y muy simpático. Respecto a su nariz, ningún problema, al revés, Todd bromea sobre lo bien que su perro rastrea la pelota.
Nos alegramos profundamente de la nueva suerte de Todd y Toby, y les deseamos una larga y prospera vida juntos.
Fuente: Wimp.com