Si vuestro perro come con demasiada voracidad, existen varias cosas que podemos hacer para evitarlo. Lo primero es determinar si este comportamiento tiene un origen médico como una variación de los niveles hormonales o algún parasito.
Descartados los problemas físicos es momento de revisar el estado emocional de nuestra mascota pues el estrés, la ansiedad, el aburrimiento o la depresión también pueden afectar a la forma en que comen.
Como ves, la relación con la comida de nuestras mascotas se parece mucho a la nuestra y por eso podemos afirmar que comer deprisa no es nada bueno. Complica la digestión, dificulta la absorción de nutrientes y puede dar lugar al vómito.
Estas barreras le dificultan engullir la comida de un solo bocado.
Esperamos que te funcione tan bien como a nosotros y no olvides contarnos tus trucos para mascotas en los comentarios.