Si sois aficionados al deporte, seguramente os hayáis planteado alguna vez el origen de algunas reglas o tradiciones que, en principio, pueden parecer absurdas. Sin embargo, debemos decir que buena parte de ellas tienen una explicación.
Hoy despejaremos incógnitas tales como por qué los jugadores de fútbol americano se pintan la cara o por qué se la afición se mantiene en silencio durante un partido de tenis. Y es que, puede que hayáis visto cientos de partidos, pero nunca os hayáis planteado este tipo de cuestiones.
Por ello, en nuestro afán de alimentar a nuestro monstruo curioso interior, hoy veremos el origen de estas y otras tradiciones. Comencemos:
El silencio entre los espectadores de tenis, aunque esté bien establecido, no es una regla oficial. Las pautas de Wimbledon, el más serio y majestuoso de los torneos de tenis, establecen:
«Cualquier comportamiento antisocial, agresivo, molesto o peligroso, así como el uso de lenguaje grosero, abusivo o racista; la realización de gestos obscenos, como quitarse la camisa o cualquier prenda para causar una ofensa; trepar a cualquier edificio, pared o estructura, está terminantemente prohibido y puede derivar en la expulsión del terreno«.
Pero eso es todo. No hay nada sobre guardar silencio durante un partido de tenis. Y es que, aunque el silencio no se requiera oficialmente, es en sí mismo una tradición.
El Lawn Tennis Annual de 1923 de Spalding, un libro que incluye las reglas del juego, se hace eco de esto. En él se recogen también normas sobre la etiqueta y el decoro, tales como: «abstenerse de hablar en voz alta durante un partido» o «no aplaudir ni expresar sentimientos mientras el juego está en marcha«, entre muchas otras.
El primer antecedente data de 1942, cuando algunos de los jugadores de los Washington Redskins se pintaron con grasa negra debajo de sus ojos. La idea original, se cree, provino del jugador Andy Farkas. A partir de entonces, las manchas negras dejaron de ser una apuesta alocada y se transformaron, poco a poco, en una tradición dentro de la NFL.
De hecho, conocidas como eye black, estas manchas negras hoy pueden verse en todos los partidos y en casi todos los jugadores de la liga norteamericana. Se trata de una combinación de cera de abejas y pigmentos que, más allá de un adorno intimidatorio, existe una razón de fondo que lo hace más útil.
El eye black ofrece una ventaja competitiva. Su presencia contribuye a reducir el resplandor que emanan los rayos solares o la iluminación de los estadios, pues el pigmento oscuro se encarga de absorber dicha luz.
La tradición cuenta que el motivo por el que el golf tiene 18 hoyos está relacionado con el whisky que cabía dentro de una petaca. En la Escocia del s. XV, los jugadores bebían un trago de whisky después de finalizar cada hoyo, y cada uno de esos tragos se correspondía con la cantidad de whisky que cabía en el tapón de petaca. Esta se vaciaba después de beber 18 tapones exactamente.
En 1850, cuando el fanatismo por el béisbol comenzó a extenderse por EE.UU. por primera vez, nadie conocía los efectos nocivos del tabaco. Al principio, los jugadores de béisbol comenzaron a masticar tabaco porque les mantenía la boca húmeda y usaban la saliva del tabaco para ablandar sus guantes.
Contra todo pronóstico, la natación ostenta el primer puesto en el ranking en cuanto a personas que la practican; se estima que unos 1.500 millones de individuos nada habitualmente.
A diferencia de otros deportes, con mayor influencia mediática o interés económico, el porcentaje de fichas federativas en natación es minúsculo, de ahí que tal vez nos resulte extraño. No obstante, acercándonos a la cotidianidad de nuestro entorno, tomaremos conciencia de la presencia de la natación.